Furosemida

La Furosemida es un medicamento diurético que se utiliza para tratar la hipertensión, los edemas y la insuficiencia cardíaca congestiva. Es un fármaco que se debe tomar  bajo vigilancia médica. Es importante respetar la dosis recetada por el médico, ya que tomarlo de forma inapropiada puede generar complicaciones.

 

¿Cómo Actúa?

Actúa sobre los riñones reduciendo la reabsorción de los electrolitos y aumentando la eliminación de agua en la orina. Gracias a esto, es capaz de reducir la presión arterial, de aquí que sea recomendado en aquellos pacientes que presentan hipertensión arterial de tipo leve e incluso moderada.

 

Efectos secundarios

La Furosemida puede generar los siguientes efectos secundarios: Anorexia, diarrea, estreñimiento, visión borrosa, temblores, cefalea, aumento del volumen de orina, hipotensión, trastornos auditivos de carácter transitorio o permanente, aumento en los niveles de colesterol y de ácido úrico, fiebre, zumbido en los oídos, urticaria, sarpullido, ampollas o descamación de la piel, ictericia en la piel u ojos, dificultad para respirar o tragar, pancreatitis, disminución de los niveles de sodio, aumento de la viscosidad de la sangre, disminución de los niveles de plaquetas.

Es importante que tanto el médico de cabecera como el paciente estén atentos a cualquier síntoma que pueda surgir por el consumo de Furosemida, para así tomar medidas.

 

Contraindicaciones

La Furosemida está contraindicada en aquellas personas que tienen hipersensibilidad a la furosemida o a las sulfonamidas, personas que sufren de deshidratación o hipovolemia, insuficiencia renal, hipopotasemia, hiponatremia o estado comatoso o precomatoso que se asocia a una encefalopatía de tipo hepática.

También se contraindica en mujeres que estén en periodo de lactancia o embarazadas. Es posible suministrar Furosemida a mujeres en estado de embarazo o lactancia, pero bajo estricta vigilancia médica.

 

Precauciones y recomendaciones

Es importante tener en cuenta que este medicamento puede producir somnolencia o mareos, principalmente cuando el paciente está iniciando con el tratamiento o existe un aumento en la dosis. Por ende, al momento de iniciar con el tratamiento, si presenta mareos, se recomienda no conducir o manejar maquinaria pesada, ya que puede poner en riesgo su vida y la de los demás.

Los tratamientos diuréticos como la Furosemida pueden provocar a largo plazo sed intensa, calambres musculares, síntomas gastrointestinales y dolores de cabeza, en caso de sufrir alguno de estos síntomas, se recomienda consultar a su médico.