Imipramina

La Imipramina es un medicamento antidepresivo que pertenece al grupo denominado como tricíclicos.

Se considera el primer antidepresivo tricíclico de la historia, éste y otros tricíclicos fueron los fármacos más utilizados para tratar la depresión durante muchas décadas, pero poco a poco fueron sustituidos por otros medicamentos más efectivos, siendo relegados a un segundo plano, no obstante la Imipramina aún se sigue usando en la actualidad.

Además de ser utilizada para tratar trastornos depresivos, la Imipramina es común que sea indicada para tratar ataques de pánico, hiperactividad, dolor neuropático y enuresis infantil, que es la emisión involuntaria de orina durante el sueño.

Al producir un efecto sedante también es indicada en algunos casos como tratamiento para el insomnio.

 

¿Cómo actúa?

La Imipramina aumenta la disponibilidad de noradrenalina y de serotonina en las sinapsis adrenérgicas y serotoninérgicas, respectivamente, como resultado de una acción inhibitoria del mecanismo de recaptura, principal proceso de inactivación fisiológica de estos neurotransmisores a nivel de la membrana de la terminal sináptica. En consecuencia, activa los procesos noradrenérgicos y serotoninérgicos centrales, supuestamente deficientes en la depresión.

Téngase en cuenta que su efecto antidepresivo ocurre de dos a tres semanas después de iniciado el tratamiento y que los pacientes con tendencias suicidas deben ser vigilados estrechamente durante este periodo.

 

Efectos secundarios

Dentro de los efectos secundarios destacan, somnolencia, náuseas, cefalea, vértigo, taquicardia, debilidad o cansancio, sudación, hipotensión postural, visión borrosa, sequedad y mal sabor de boca, hipertensión ocular, cambios en el apetito o el peso, dificultad para orinar, cambios en el deseo o capacidad sexual y cambios en el comportamiento.

De presentarse algunos de estos efectos, es posible que disminuyan a medida que se utiliza el medicamento, sin embargo no dude en comunicárselo a su médico.

 

Contraindicaciones

El uso de este medicamento se debe restringir cuando exista hipersensibilidad a los antidepresivos tricíclicos, hipertrofia prostática o glaucoma de ángulo cerrado.

Queda descartado su uso durante el periodo de recuperación del infarto miocárdico, en trastornos de la conducción cardiaca, hepatopatía o nefropatía, diabetes y otros trastornos endocrinos o metabólicos severos.

Usar con precaución en alcoholismo activo, asma, trastorno bipolar, enfermedades cardiovasculares, epilepsia, esquizofrenia, hipotensión y en pacientes con problemas en los riñones y en el hígado.

En la actualidad el uso de Imipramina se desaconseja en cierta medida a causa de su perfil farmacológico, difícil de tolerar para muchas personas y muy poco específico en cuanto a sus efectos en neurotransmisores relevantes.